¡Hola!
A veces me gusta escribir, algunos dicen que escribir libera, y por experiencia propia, así lo siento.
A través de este blog, iré compartiendo recursos, ideas y reflexiones sobre el mundo del Clown.
Reconozco que escribir sobre el Clown muchas veces me resulta extraño, porque el Clown se vive, se transita, se experimenta. Conceptualizar sobre este personaje que construimos a partir de improvisaciones, y a través de los rasgos distintivos de nuestra personalidad (que muchas veces ni siquiera nosotros mismos somos capaces de observar), me resulta particularmente extraño.
Aun así, tengo el deseo y la intención de hacerlo, porque compartiendo los pensamientos, ideas, reflexiones, sensaciones que pasan por mi cabeza, más me lleno. Compartir es vivir, dicen.
No vengo a enseñar nada, más bien sería a mostrar.
Mostrar mi camino recorrido (y por recorrer), que quizás puede parecerse a tu camino.
Quizás incluso, podemos recorrer un trozo del camino juntos, y más gente podría unirse a caminar por este sendero de autodescubrimiento que trae la figura del Payaso.
Porque, aunque sea un acto artístico (siempre hablaré desde el trasfondo escénico del payaso), desde mi punto de vista, cuando tocamos el Clown, tocamos con nuestras emociones, porque al final, todo arte es un camino de desarrollo personal.
Y concretamente, el Clown, con su pequeña máscara “más pequeña del mundo”, se ocupa de quitarnos todas las máscaras que llevamos colocándonos desde tiempos inmemorables.
Será quizás esa la razón por la que, cuando descubrí el arte del Payaso, tanto me enamoró. 🥰
Nota aclaratoria: No haré distinción entre la palabra Payaso o Clown. (Payaso, en castellano, Clown, en inglés)
Me gusta utilizar ambas palabras para referirme al mismo personaje.
Considero que hay infinitas maneras de acercarse a este lenguaje escénico, y todas son válidas y no generaré debate sobre cuál o cuáles son las adecuadas. Cursos de clown, actuar e improvisar en la calle, en cabarets, crear un espectáculo, etc.
Creo que depende a base del carácter, personalidad, atributos, contexto, o gracia divina de cada persona.
Aclarado este asunto, continuo con lo que iba.
No recuerdo el momento exacto en el que le dije a mis padres que quería ser actor, siempre supe que quería serlo.
Evidentemente, es a través del teatro que vine a manifestar mi existencia en esta vida.
Mi primer vínculo con los payasos sucedió en un circo en Bahía Blanca, mi ciudad natal, lo más al norte del sur de la República Argentina.
Dos payasos salieron a la pista y pidieron a un niño que participara como voluntario para saltar a la cuerda.
Al igual que tantos niños presentes, habré levantado la mano, gritando Yo, Yo, Yo, con todo el deseo para que los payasos me inviten a participar del número.
Los detalles de cómo me eligieron no lo recuerdo, pero la cosa es que estaba allí, en la pista del circo, junto a dos payasos y una larga cuerda.
Ellos, en cada extremo, hacían girar la cuerda, y yo, en el centro, debía saltar sobre ella a cada aplauso que hacía el público.
Un aplauso, saltaba, otro aplauso, saltaba. Una tarea fácil para un niño de… 8 años quizás.
Luego uno de los payasos dice: ¡Ahora con los ojos cerrados!! Y me tapa los ojos con un pañuelo. Tranquilizándome que a cada aplauso tendré que saltar y todo saldrá bien.
Y ahí estaba yo, un niño de 8 años, con los ojos vendados, esperando a escuchar los sonidos de los aplausos del público para saltar en cada uno de ellos.
Y, con ojos cerrados, comencé a saltar. Un aplauso y saltaba, otro aplauso y saltaba, así varias veces. No recuerdo cuánto tiempo estuve saltando.
La cosa que, cuando me quite la venda, ahí me encontraba, completamente solo en la pista del circo.
Los payasos habían creado la complicidad con el público. Ellos se irían de escena, y el público debía seguir aplaudiendo, así yo, solito en la pista, seguiría saltando hasta el cansancio.
No es una primera experiencia muy representativa de los contenidos que pretendo compartir en mis cursos de clown, aunque en parte sí puede serlo. (spoiler: la complicidad)
La cosa que ese fue mi primer vínculo con el Clown o Payaso, y afortunadamente, le acompañó risas, aplausos y empatía.
Ahora, mientras escribo, me viene otro recuerdo de la infancia.
De pequeño me gustaba mucho ir a ver espectáculos, y recuerdo uno especialmente.
No tanto por la calidad del espectáculo, tan solo recuerdo el comienzo de la obra.
Empezaba saliendo un payaso de una maleta enooooorme (para mis ojos de niño de aquel tiempo).
También recuerdo el título de la obra: (el nombre del payaso), seguido de “El peor payaso del mundo”.
No sé si el título, representaba un acto de honestidad (esencial para los clowns) o si hacía referencia a la dramaturgia de la obra. 🤷
En fin, volviendo a la historia de mi vínculo con el universo Clown, ya de mayor, cuando estudiaba en la ESAD (escuela superior de Arte Dramático de Bs. As.) sentí una curiosidad por hacer un curso de payasos que se daba en la misma escuela.
Fui a un puñado de clases, y debo afirmar que no entendí nada. 🙈
Me sentía como pera en el olmo. Me pedían algo que no podía ni sabía cómo dar, pero ahí estaba, haciendo mi primer taller de Clown.
Sinceramente, ni me enamoró, ni me cautivó. 🙅♀️
Pasados unos años, decidí darme una segunda oportunidad, y me apunté en un curso intensivo de un mes, con la queridísima Lila Monti, también en Buenos Aires.
Fue allí donde encontré lo que mi Ser necesitaba.
Un grupo unido que nos acompañamos entre risas, desconciertos, llantos y alegrías.
Una profesora que ponía toda su dedicación y amor en acompañar a ese grupo a recorrer todas las emociones, que no eran pocas, durante 4 semanas, cinco días a la semana.
El tiempo y la disposición para compartir de qué iba esto del Payaso, el reconocimiento de que todo fracaso es una oportunidad y un camino hacia el éxito.
Y libertad, mucha libertad, libertad para jugar, para explorar, para fracasar, para triunfar y volver a fracasar.
Libertad para permitirme ser y ante todo disfrutar.
Le agradezco a Lila, el haberme impulsado a sembrar una semillita del Clown en mi interior.🥰
Y allí, se abrió el portal.
Esta historia aún tiene muchos más capítulos que contar. Si quieres saber más….